La tortuga boba es la especie más frecuente en la Macaronesia, con una población nidificante en las islas de Cabo Verde, la segunda mayor de todo el Atlántico. Además, los juveniles de esta especie se distribuyen en las aguas de Azores, Madeira y Canarias. Cada año, miles de hembras migran desde la costa occidental africana hasta el archipiélago de Cabo Verde para depositar sus huevos en las playas. La mayor parte de la anidación ocurre en la isla de Boavista (90%), aunque también existe anidación en las islas de Sal, San Vicente, Santa Luzia, San Nicolao y Maio. Un estudio genético reciente, utilizando tanto marcadores de ADN mitocondrial como de ADN nuclear (12 microsatélites), ha revelado que no existen diferencias genéticas entre las hembras de tortuga boba que nidifican en las distintas islas. Por tanto, la población de tortuga boba de Cabo Verde puede considerarse como una única población panmíctica y por tanto, una misma unidad de manejo. Sin embargo, esta población presenta altos niveles de diferenciación genética respecto a otras poblaciones del Atlántico y Mediterráneo, demostrando su alto grado de aislamiento y la necesidad de su conservación. Así mismo, los marcadores moleculares han permitido desvelar algunas de las rutas migratorias empleadas por los juveniles de esta población. Los juveniles de tortuga boba nacidos en Cabo Verde se alimentan en aguas de Canarias, Madeira, Azores, Andalucía e incluso algunos en el Mediterráneo occidental. Sin embargo es importante destacar, que un elevado porcentaje (43%) de los juveniles de Cabo Verde se alimenta en zonas aún desconocidas. Estos resultados señalan la existencia de importantes lagunas de conocimiento para la especie, resaltando la necesidad de estudios adicionales.
Distribución de los juveniles de tortuga boba de Cabo Verde a cada una de las zonas de alimentación ya estudiadas. Así mismo se incluye una categoría "desconocidas" que englobaría áreas no muestreadas, o individuos que mueren y son eliminados del conjunto de la metapoblación. Los colores señalan la localización de cada área de alimentación: Atlántico (azul), Mediterráneo (naranja).
El análisis de un fragmento de la región control del ADN mitocondrial ha revelado que la Macaronesia constituye una importante área de mezcla para los juveniles de tortuga boba. Así en las aguas de Azores, Madeira y Canarias confluyen individuos nacidos en poblaciones de Estados Unidos, México y Cabo Verde. Aunque dependiendo del año la contribución de cada población puede variar, se ha observado además un patrón latitudinal en la distribución de los juveniles. Los juveniles de poblaciones situadas al norte, como la población del Sur de Florida, son más frecuentes en zonas de alimentación del norte de la Macaronesia, como Azores; mientras que los juveniles de poblaciones situadas más al sur, como México, son más abundantes en zonas de alimentación del sur de la Macaronesia, como Madeira y Canarias.